Las drogas de diseño
Durante la
década de 1980 se crearon nuevos grupos de sustancias con efectos similares a
los de las drogas ya existentes, pero que difieren levemente en su estructura
química. Se denominan drogas "de diseño" porque su estructura química
ha sido creada específicamente por laboratorios químicos clandestinos para
evitar acusaciones de fabricación ilegal. Estructural y farmacológicamente son
semejantes a sustancias controladas por tratados internacionales (opiáceos,
psicoestimulantes, etc.), pero al no ser sus acciones idénticas a las de las
sustancias controladas, no están específicamente incluídas en las listas anexas
de los convenios que fiscalizan el consumo o producción de los denominados
"estupefacientes" y "psicotrópicos". Muchas drogas de
diseño son muy potentes, aunque utilizan cantidades tan pequeñas que son
prácticamente indetectables en sangre y orina. Su estructura química artificial
con frecuencia origina efectos tóxicos, a veces letales. Para los productores y
vendedores, las ventajas de las drogas de diseño son grandes, puesto que es muy
fácil fabricarlas con productos químicos obtenidos legalmente, lo que elimina
la necesidad de implicarse en organizaciones criminales para comprar opio o
morfina base, cocaína o marihuana, además, las drogas de diseño son fáciles de
vender porque producen efectos que suelen ser indistinguibles de los productos
naturales. Los tres grupos mayores de droga de diseño son los análogos del
fentanil, de la petidina y de la anfetamina. Las drogas de los dos primeros
grupos se utilizan en lugar de la heroína y las del tercero en lugar de los
alucinógenos. Por otra parte, también pueden clasificarse en este grupo de
drogas las formas fumables de drogas ya existentes como la cocaína base (crack)
o la metanfetamina base (ice). En España, las drogas de diseño más populares
son las de tipo anfetamínico, sobre todo el "éxtasis" y el
"speed".
Todos los datos parecen apuntar a que estamos asistiendo a
la eclosión del consumo de estas drogas. En Europa estas drogas fueron
introducidas a mediados de la década de 1980. Su consumo se ha vinculado a la
llamada "ruta del bakalao". La ruta del bakalao es un fenómeno social
asociado con los adolescentes, el fin de semana, la música disco y el consumo
de anfetaminas sintéticas. La música disco denominada música
"bakalao" se caracteriza por su ritmo repetitivo y porque suele
escucharse a todo volumen. Los adolescentes de entre 15 y 20 años acuden a las
macrodiscotecas donde bailan toda la noche al son de este tipo de música; la
ruta continúa por la mañana en las discotecas after hours. Desde el viernes por
la noche y a lo largo de todo el fin de semana los adolescentes viajan de un
local a otro siguiendo las discotecas donde ofrecen este tipo de música y
cubriendo la citada ruta. En este contexto se da el consumo del
"éxtasis" o "speed" como sustancias desinhibidoras y
euforizantes que permiten suprimir el cansancio y aguantar el frénetico ritmo
del fin de semana. Lamentablemente es una realidad a la que se le debe poner un
fin porque muchos de los jóvenes se hunden en el vicio y pierden la batalla
contra las drogas.
Autor: W Érika Hernández A.
Autor: W Érika Hernández A.

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